La relación con tu madre determina tu relación con la comida.
Quizás te dedicas a contar calorías y no disfrutas de la comida? Te niegas a comer ciertos alimentos porque “no te sientan bien”? Te preocupas en exceso por comer sano.
Hay madres que disfrutan cocinando, con mucho amor y durante horas. Cuando nos ofrecen sus delicias nos dan a la vez COMIDA Y AMOR… Ahí entramos en un terreno difícil si quizás no nos apetece comer ese plato porque comemos otro tipo de alimento o porque simplemente no tenemos hambre..
También puede que nos sintamos agobiad@s por ese exceso de comida/afecto.
Es posible que nuestra madre se sienta rechazada y entremos en conflicto, sintiéndonos culpables o enfadad@s.
O si comemos por no entrar en conflicto, puede que nos sintamos mal por comer en exceso, si nuestro cuerpo en realidad no quiere hacerlo.
El acto de comer termina siendo una declaración de amor encubierta que condiciona nuestra relación con el alimento.
En el inconsciente el alimento es nuestra madre. Ella fue quien nos dio el alimento emocional al nacer y la nutrición afectiva.
Cuando sentimos que la relación con nuestra madre es difícil, bien por sobreprotección, o por falta de presencia, la relación con la comida en general suele ser complicada.
Es clave sanear la relación con la madre, en lugar de privarte de alimentos que “te engordan” o darte un atracón a dulces.
Qué puedes hacer?
1- Comprender la relación inconsciente alimento-madre.
2- Explicarle que no rechazas su amor, simplemente no quieres comer más.
3- Poner mucha conciencia en el acto de comer.
4- Aceptar a tu madre tal cual es, con su historia de vida.
5- Amarte incondicionalmente a ti mism@, pase lo que pase fuera
Si te ha resonado algo de lo que acabas de leer puedes profundizar en tu relación alimento-madre:
1- Uniéndote al Detox Primaveral Florecer.
Comenzamos el 23 de mayo!!
2- Comenzando un proceso de acompañamiento terapéutico individualizado
Sat Nam